En estos momentos de tribulación
Santa Teresa de Jesús
Nada te turbe,
nada te espante;
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene,
nada le falta.
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes.
Nada te turbe;
a Jesucristo sigue
con pecho grande,
y venga lo que venga
nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo...?
es gloria vana,
nada tiene de estable,
todo se pasa.
Aspira a lo celeste
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámale cual merece
bondad inmensa
Pero... no hay amor fino
sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias,
siendo Dios tu tesoro,
nada le falta.
Id, pues,
bienes del mundo,
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda
solo Dios basta.
Quiero pedir disculpas a Oswaldo que tomé prestado de su blog este poema de Santa Teresa de Jesús que a mi particularmente me produce mucha paz y que en estos momentos de grandes tribulaciones en el país son de mucha ayuda.
Nada te turbe,
nada te espante;
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene,
nada le falta.
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes.
Nada te turbe;
a Jesucristo sigue
con pecho grande,
y venga lo que venga
nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo...?
es gloria vana,
nada tiene de estable,
todo se pasa.
Aspira a lo celeste
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámale cual merece
bondad inmensa
Pero... no hay amor fino
sin la paciencia.
Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.
Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
cruces, desgracias,
siendo Dios tu tesoro,
nada le falta.
Id, pues,
bienes del mundo,
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda
solo Dios basta.
Quiero pedir disculpas a Oswaldo que tomé prestado de su blog este poema de Santa Teresa de Jesús que a mi particularmente me produce mucha paz y que en estos momentos de grandes tribulaciones en el país son de mucha ayuda.
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